miércoles, 18 de mayo de 2011

La prohibición del matrimonio homosexual: violación al derecho natural al matrimonio y a la libre elección de la pareja en el Ecuador.

Desde tiempos ancestrales, las relaciones interpersonales han sido motivo de estudio de científicos, filósofos, psicólogos, etc. El ser humano como individuo posee diferencias no sólo físicas, sino mentales y hasta psíquicas. La orientación sexual es una de ellas. El hombre, tiene como instinto natural aparearse, pero a medida que la humanidad va evolucionando, cambian también las formas de los seres humanos de relacionarse entre ellos. La homosexualidad ha sido un caso de mucha controversia a nivel mundial. Existen países, incluso, donde la homosexualidad y las prácticas homosexuales son penadas por la ley. Y de esto se deriva una contrariedad de opiniones acerca de, si los homosexuales son o no, sujetos aptos para contraer matrimonio y formar una familia. No existe ninguna razón lógica o científica que les impida gozar de ningún derecho intrínseco al igual que cualquier otro individuo. Por esto, podemos afirmar que la prohibición del matrimonio homosexual promueve una sociedad intolerante, retrógrada y que viola el derecho de cada ser humano de escoger libremente una pareja, limitando su derecho natural de expresión. Ecuador es uno de los países donde, todavía no está legalizado el matrimonio gay.
A medida que el mundo va evolucionando, así mismo se transforma la sociedad. Aparecen nuevos grupos sociales que merecen el mismo trato entre si y la misma garantía de derechos y deberes por parte del estado. Por esta razón las leyes deben ir evolucionando según evoluciona la sociedad para satisfacer a todos los grupos que habitan en ella, sin excepción. Hay varios organismos internacionales a nivel mundial que ayudan a regular el derecho en cada país, dándoles pautas generales para el cumplimiento de los derechos humanos y velando los intereses de cada minoría. Existen estudios psicológicos que demuestran que la información negativa en cuanto a los homosexuales y a sus derechos, ya sea en medios de comunicación o en la sociedad en general, afecta su salud mental y su bienestar. Por ende estamos hablando de que un sector de la población no está amparado eficazmente por la ley normativa, ya sea social, moral o jurídica. Se ha comprobado, consecuentemente, que el cambio en el sistema jurídico beneficiando a este sector de la población, no afectaría de manera alguna el bienestar de otros individuos. Con estas reformas se estaría consolidando la igualdad de derechos de los ciudadanos. De hecho hay autores que afirman que mejoraría drásticamente el comportamiento social. Jonathan Rauch, activista gay afirma que “el matrimonio es bueno para todos los hombres, independientemente de que sean heterosexuales u homosexuales, ya que implicarse en sus roles sociales reduce la agresividad masculina y la promiscuidad. (Wikipedia).
La sociedad está compuesta de individuos con diferentes tipos de características y es deber de los estados protegerlos sin importar las mismas. Los homosexuales, como miembros activos de la esfera social, deben tener los mismos derechos que cualquier otro individuo. Las constituciones, junto con los tratados de derecho internacional, así como también muchas conferencias y codificaciones, ratifican la importancia de la protección de los derechos humanos, tales como el de libre elección de la pareja y su reconocimiento ante la ley, con todos los deberes y derechos jurídicos, que acarrea la institución del matrimonio. Incluso, la constitución Ecuatoriana estipula en el art. 3: “Son deberes primordiales del estado: Garantizar sin discriminación el efectivo goce de los derechos establecidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales… Fortalecer la unidad nacional en la diversidad” (Constitución Política del Ecuador, art. 3, ins 1 y 3) por lo que podemos ver que este grupo social debe ser garantizado de igual manera. Cualquier acto, norma o ley que esté en contra de la individualidad de cada ser humano puede ser considerado como discriminación. La Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, promulgada en México, establece: “toda distinción, exclusión o restricción que, basada en el origen étnico o nacional, sexo, edad, discapacidad, condición social o económica, condiciones de salud, embarazo, lengua, religión, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otra, tenga por efecto impedir o anular el reconocimiento o el ejercicio de los derechos y la igualdad real de oportunidades de las personas” (Ley Federal para prevenir y eliminar la discriminación). Los tratados de derechos humanos establecen primordialmente que la sociedad está llamada a promover la igualdad y condenar la discriminación. También La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos considera que el matrimonio es un derecho inherente de todas las personas sin importar su preferencia sexual. Por lo que podemos ver que, en Ecuador, no se está prestando atención a la inviolabilidad de los derechos naturales de este sector de la población, cayendo directamente en la promoción de un estado discriminatorio.
El rechazo al matrimonio gay se ve ligado primordialmente a la homofobia, o al heterosexismo, miedos irracionales del ser humano, que bien se podrían comparar a la antigua prohibición del matrimonio interracial. Los únicos argumentos que existen hoy en día son de carácter religioso, lo que nos lleva a recordar que, la iglesia ha sido apartada del ordenamiento jurídico hace, ya mucho tiempo. El filósofo Javier Ugarte estipula que: “la única tradición que sostiene actualmente la discriminación es la religiosa, puesto que todas las ideologías políticas parten del principio de igualdad ante la ley” (Wikipedia). Por lo que podemos ver que no existe ningún tipo de argumento lógico que impida al estado de garantizar jurídicamente a esta porción de la población. De hecho, cualquier intento de privarlos de estos derechos sería reconocido como discriminación. En los países en donde no permiten el matrimonio homosexual, al igual que en el Ecuador, suelen aparecer figuras jurídicas que reconocen a las parejas homosexuales, como por ejemplo la unión de hecho. Mas estas figuras no confieren facultades, como herencia o adopción, como lo hace la institución del matrimonio. Además, muchas de las organizaciones internacionales han denominado a este tipo de figuras legales como instituciones apartheid que fomentan la discriminación dentro de la sociedad ya que, no son aplicadas las mismas figuras jurídicas a ellos, que a otros individuos.
Existen varias teorías alrededor de la homosexualidad y de cómo esta condición afecta la conducta social de manera nociva. Pero, a pesar de los numerosos estudios acerca del tema, no se han encontrado pruebas contundentes de que crecer con padres homosexuales afecte de ninguna manera el desarrollo de una persona, por lo que no debería negárseles formar una familia. La legalización del matrimonio en homosexuales, les adjudicaría el derecho a adoptar, generando así, nuevos cuestionamientos relacionados al tema. La Academia Estadounidense de Pediatras afirma: “Existen numerosas pruebas que demuestran que a los niños criados por padres del mismo sexo les fue tan bien como a los criados por padres heterosexuales. Más de 25 años de investigación han documentado que no existe una relación entre la orientación sexual de los padres y cualquier medida emocional, psicosocial y de ajuste del comportamiento de un niño” (Wikipedia). Es una ironía que se le niegue a dos hombres, o dos mujeres, adultos, conscientes y estables, el derecho de darle un hogar a un niño, cuando sí se le da ese mismo derecho a madres adolescentes e irresponsables que, en el mejor de los casos, terminan cediendo la crianza de los pequeños a alguien más. Así también, si tomamos en consideración lo que dice la ley en el Código Civil Ecuatoriano “Matrimonio es un contrato solemne por el cual un hombre y una mujer se unen con el fin de vivir juntos, procrear y auxiliarse mutuamente” (Código Civil Ecuatoriano, art.81), vemos igual de irónico que no se prohíba también el matrimonio entre ancianos o personas estériles, en el sentido de que tampoco cumplirían con la condición de procrear. La Academia Estadounidense de Pediatras concluye que “los derechos, beneficios y protecciones del matrimonio civil pueden reforzar aún más estas familias”, lo que significaría en un paso más hacia el progreso y la unificación de la sociedad por medio de una norma jurídica eficaz.
Hoy en día todo sistema jurídico debería permitir el matrimonio homosexual, garantizando sus derechos al igual que los de cualquier otro individuo, tomando en cuenta que no existe ningún tipo de impedimento científico para gozar organizada y responsablemente de este derecho, al igual que al de adoptar y formar una familia. El promover la limitación de derechos a ciertos individuos solo confirma la incapacidad de una sociedad a adaptarse al cambio según su evolución, e incentiva el odio y, consecuentemente, el temor a ser diferentes, que es lo que nos caracteriza como individuos. El matrimonio homosexual y la adopción de parejas del mismo sexo han sido legalizadas, hasta este momento, en Países Bajos, Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal, Islandia y Argentina. Así como en varios estados de Estados Unidos. ¿Por qué en Ecuador no?
 

REFRITO POLÍTICO SOCIAL

La manipulación mediática dentro del proceso político en Ecuador.

A través de la historia de nuestro país, las decisiones políticas o legales, se han visto influenciadas por los medios de comunicación corruptos. Así también el pueblo has sido manipulado por el estado ecuatoriano a través de la comunicación. Ahora, en vísperas de una consulta debemos preguntarnos ¿a quién podemos creerle? Muchos medios de comunicación se ven comprados por el gobierno o por la oposición, lo que termina en dominio directo de la mente popular y por ende, del voto supuestamente racional. El mismo Presidente de la República, Rafael Correa, denuncia que “los medios de comunicación han sido quienes han manejado al país, han sacado y puesto a presidentes…” (Gf, 25/02/2011) Así mismo podemos ver propagandas del gobierno tratando de manipular de diversas maneras al estado ecuatoriano. Nos presentamos ante un dilema racional, tratando de ver más allá de nuestras emociones, subjetivismos e inconformidades políticas.

Gf, http://www.agenciapulsar.org/imprimir.php?id=19589 (acceso en 04/05/2011, 11:30am)




La corrupción en el sistema legal Ecuatoriano.

En las últimas décadas el estado ecuatoriano se ha visto azotado por una ola de corrupción interminable. Comienza desde el más pequeño individuo hasta los más altos poderes políticos. “La administración de justicia es un poder político, se la acosa y persigue para procurar impunidad o para perseguir a rivales de turno” (Zavala Egas, Xavier). Hemos hecho del poder y de la justicia un mito inalcanzable, permitiendo que las malas costumbres hagan nuestro país una cuna de ratas. Los mismos que controlan el poder político son los que corrompen las leyes y afectan al pueblo ignorante, que no hace respetar sus derechos.

Zavala Egas, Xavier, http://www.clad.org/documentos/corrupcion-politica-el-caso-del-ecuador, (accedido en 04/05/2011, 12:14pm)



La libertad de expresión informática en el estado Ecuatoriano.

En los últimos días fue apresado un bloguero ecuatoriano, acusado de injuriar al Fiscal General del Estado, el Ab. Pezantes. El bloguero escribió acerca del caso, en donde la esposa de Pezantes, atropelló a una chica de nacionalidad colombiana, mientras transitaba a gran velocidad por el carril del trolebús en Quito. La chica murió y la señora quedó en la impunidad ya que, uno de sus guardaespaldas asumió la culpa del delito, a pesar de haber testigos acusando a la señora de ir conduciendo el vehículo. El bloguero escribió con lenguaje soez acerca del incidente, insultando a Pezantes y a su esposa, y cuestionando el cumplimiento de las leyes. Por esta razón fue apresado sin base legal ya que, las leyes ecuatorianas no regulan de ninguna manera el espacio web, dentro de éste, los blogs de opinión. Así mismo deberíamos tomar en cuenta que: “la persona que ingresa a la vida pública, y por ende, voluntariamente se expone al enjuiciamiento social, abandona en la práctica parte de la esfera constitucionalmente protegida”(Gómez Gallardo, Perla, 2009, pág 336). Por ende el Ab. Pezantes debería estar preparado para enfrentar este tipo de problemas y evitar darles importancia que no merecen.

Gómez Gallardo, Perla, “Libertad de expresión: protección y responsabilidades”, Editorial Quipus, Quito-Ecuador, Febrero 2009



La influencia de organismos internacionales en la coacción de la ley Ecuatoriana.

La norma jurídica en nuestro país se ha visto afectada a través de la historia de la república, por su imposibilidad de coaccionar la mente ciudadana. Las penas contempladas en sanción a los actos delincuenciales, no son suficientemente fuertes como para impedir que se cometan los mismos. Esto, junto con la corrupción que existe en los miembros de los brazos legales del país, crea un caos dentro de la vida y del orden social. En las últimas décadas hemos sido testigos de un movimiento de derechos humanos que crece con mucha fuerza alrededor del mundo. Y el día de hoy se contempla mucho lo que dicen ciertos tratados internacionales y convenios, a la hora de tomar decisiones políticas o jurídicas en la mayoría de países. Pero tal vez, estamos dejando influenciar demasiado a estos organismos a la hora de decidir el futuro de nuestra patria. Y si bien es cierto, los derechos humanos son inviolables, nuestro país se está volviendo un agujero negro de corrupción y delincuencia. La Corte Interamericana de Derechos Humanos estipula que “ninguna disposición de la presente convención puede ser interpretada en el sentido de: (…) b) Limitar el goce o ejercicio de cualquier derecho o libertad que pueda estar reconocido de acuerdo a las leyes de cualquiera de los estados o partes” como cita Juan Antonio Travieso en su análisis de este convenio (Travieso, Juan Antonio, 1996, pg, 56). Es lógico que coincidamos con el concepto de que ningún ser humano debe decidir la vida o muerte de otro. Es natural que sigamos ciertos tipos de normas morales y sociales a la hora de tratar de coaccionar a los delincuentes. Está bien que tomemos en cuenta los tratados internacionales pero, lamentablemente las normas de convivencia y el derecho natural ya no son suficientes para combatir el caos que se presenta en Ecuador. Necesitamos poner mano dura a los delitos de manera definitiva dentro de nuestro país.

Travieso, Juan Antonio, “Corte Interamericana de Derechos Humanos”, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 10 de Enero de 1996.



La intervención del gobierno estadounidense en la muerte de Osama Bin Laden

En el 2001 el mundo entero tembló con la caída de las torres gemelas. Lloramos junto con los viudos de trabajadores, turistas, ciudadanos muertos en los atentados terroristas. Todos fuimos testigos, directos e indirectos, de uno de los ataques más brutales de la historia del mundo. Han pasado diez años y volvemos a ver cómo el terror se apodera del mundo, ésta vez de manera más sutil. Osama Bin Laden, autor intelectual de los ataques efectuados una década atrás, es asesinado en un cruce de balas dentro de su refugio. ¿Por qué este tipo de violencia sí puede ser justificada? Es cierto que este terrorista, el hombre más buscado por una década, hizo mucho daño e hirió el orgullo de una gran nación, como lo es Estados Unidos. Pero no por eso podemos caer en la matanza indiscriminada y verla como normal. El gobierno estadounidense cayó en un acto de cruda venganza sin mostrar su grandeza y su sentido humano, de los cuales se jactan. Este tipo de sucesos debió ser considerado por un tribunal internacional. A este hombre no podían quitarle la vida arbitrariamente, ni podían negarle su derecho a ser juzgado. Los países implicados dentro de la operación de búsqueda de Bin Laden, no debieron permitir que se lo ejecute y se lo lance al mar, sin un funeral digno de la religión Islámica. Los terceros estados y los estatutos internacionales deben tener como único objetivo el de posibilitar que los estados implicados puedan poner en conocimiento de los tribunales supremos, la concreta afectación de sus intereses jurídicos, como explica Rosa María Riquelme en su libro “La intervención de terceros estados en el proceso internacional”. Un país no puede admitir ningún tipo de acto sanguinario o en violación a los derechos humanos. Así como el gobierno estadounidense, actuó de manera subjetiva, tomando en cuenta rencores pasados y una venganza pendiente. No sólo fue violado el derecho natural, que garantiza la vida a pesar de cualquier circunstancia, sino que también fueron destrozadas las normas jurídicas mundiales.

Riquelme, María Rosa, “La intervención de terceros estados en el proceso internacional”, Editorial Tecnos S.A., Madrid-España, 1993.


PD: No solo sé hablar huev... u_u

miércoles, 11 de mayo de 2011

CUANDO TODO TERMINA



"And I wonder if I ever cross your mind...
...for me it happens ALL THE TIME"







¿No les ha pasado...? Bueno, creo que a todos les ha pasado. De hecho, estoy segura de que TODOS han pasado por ese momento trágico de sus vidas donde se sienten a morir porque terminaron con alguien que de verdad les tocó el corazoncito. Y nos encerramos en recuerdos y de repente el soundtrack de nuestras vidas comprende canciones como my inmortal de evanescence. Parece que todo lo vemos en blanco y negro. OMG!! Se me salió por un momento mi lado innegable de NIÑA. Pero no podemos negar que los hombres también andan como idos en esos días siguientes, luego de terminar con ESA que los había calzoneado o engrupido de tal manera, que hasta dejaron de jugar pelota o de hablar con la zorrita de cabecera.

La diferencia entre hombres y mujeres es que, mientras nosotras nos encerramos a llorar y a escuchar canciones cortavenas que nos recuerdan cuánto momento cursi vivimos con esa persona, los hombres... OH WAIT! Los hombres también hacen eso. Sino que lo hacen entre panas, con una botella de whiskey o de cualquier porquería que sirva como excusa para las lágrimas que puedan salir en algún momento: “No pana es q estaba borracho u_u” No hay como negar que cuando alguien te mueve el piso, es muy difícil olvidarlo. Y de la misma manera en que el amor nos pone estúpidos, literalmente MENTALMENTE INCAPACES, el “desamor” o la decepción amorosa, tiene casi el mismo efecto en nosotros. No podría ni siquiera tratar de describir ese nudo en la garganta que sientes cuando recuerdas todo aquello que amabas de esa persona. O ese momento preciso en el que sienten literalmente como se les rompe el corazón en pedacitos. En serio, sin exagerar, se puede sentir como el corazón, o en su defecto alguna cosa rara dentro del pecho, te duele de manera indescriptible.

Este mar de sensaciones y sentimientos pueden alterarte de maneras muy distintas. Acostumbrarte a la ausencia de alguien puede ser muy difícil. Alguien que ha sido elemento fijo dentro de tu vida, pasa a ser algo completamente desconocido. Y es así como empezamos un proceso un poco engañoso, creo yo. Entramos en zona de guerra. Nos pasamos horas en los perfies de facebook viendo si encontramos algún indicio de que el otro se siente igual de miserables que nosotros. O mandamos mensajes supuestamente equivocados; buscamos cualquier motivo para pelear y desahogarnos. O simplemente ponemos esa misma canción que nos hace llorar, una y otra vez (para mi es need you now-lady antebellum). Para mi realmente, nunca ha sido difícil superar una ruptura amorosa, hablando de mi vida adulta ya que, cuando somos adolescentes, obviamente, todo toma un sentido más dramático de lo que en realidad es. Creo que tal vez, has sido pocas las personas a las que me he encariñado realmente, de hecho han sido sólo dos. Pero sí estoy segura de que no he estado enamorada, por lo que no veo motivo para estar de luto más de una semana. Yo si he tenido Exs que me llaman después de meses a decirme que me extrañan o a mandarme a la casa de la v... quién sabe por qué. Y a eso exáctamente voy.

Las personas al ser tan diferentes, lo son también a la hora de lidiar con el dolor. Muchas se pierden en borracheras o creen firmemente en que un clavo saca otro clavo. Y así comienza a veces una guerra de poderes, quien aguanta más tiempo sin decirle al otro que lo extraña. Creo que eso hace mucho más fácil el alejarse de alguien, porque parece una pelea por ver quién se gana el título de valer más v... Creo que eso es lo q me ha pasado a mí siempre. No he tenido alguien que realmente me mueva el tapete como para ponerme a pelear, así que el que termina valiendo siempre es el otro, lo que me hace mucho más fácil decir adiós aunque haya sentido algo por él, sea lo que sea eso. No es algo del otro mundo, es tan fácil entender que lo que nos hace portarnos así es la simple frustración de no poder estar con esa otra persona. Tratamos de buscar algo que nos haga odiarlos para obviar el hecho de que los amamos y los extrañamos con la vida. Creo que todos hemos cometido estupideces por amor o desamor y me imagino que con la edad vamos aprendiendo a manejar ese tipo de reacciones.

Ahora mi duda es otra. Como ya lo dije no he tenido problemas mayores en el campo de olvidar. Cuando me separé de mi ex esposo, había sufrido tanto, que realmente me sentí aliviada. La mayoría de mis pelados, novios, vaciles, los podía reemplazar en un abrir y cerrar de ojos, obviamente antes de tener hijos y casarme. Pero ahora me pasa algo que no me había pasado antes. Es la primera vez que estoy tratando de decirle adiós a alguien que no ha sido nada menos que espectacular en todos los aspectos. Por x o y motivos no estamos juntos y dudo que después de mis ataques bipolares lo volvamos a estar, En serio nunca se me había hecho tan difícil separarme de alguien y mucho menor porner distancia entre nosotros. Tal vez ese fue el problema, que nos llevabamos tan bien que, después de terminar seguimos hablando como si no hubiera pasado nada. Nos comunicabamos todos los días como que si siempre hubieramos sido panas. Obviamente hubo un momento en que no pude más.

Cabe recalcar que, esta persona ha sido la única con la que he tenido una relación tan naturalmente buena. Desde el primer momento de conocernos simplemente todo fluyó, como si nos hubieramos conocido de antes. Fue la primera persona que me hizo pensar en reconsiderar la opción de casarme nuevamente y tal vez tener más hijos. Me hizo darme cuenta que tal vez no debía tener miedo a volver a empezar, de volver a enamorarme, de volver a entregarme. Y eso que ya había salido con otras personas antes de con él. Ahora ya casi va a ser un mes desde que terminamos y yo sigo tratando de descifrar cómo lidiar con todo lo que siento. Nunca me había durado tanto el luto y peor para una relación de cuatro meses. El problema es que en ese tiempo, a pesar de tratar de contenerme bastante, compartimos muchas cosas que, por lo menos yo, no había compartido nunca con nadie. Lo que hace, obviamente, que lo extrañe con desesperación.

Admito que mis maneras de lidiar con esto has sido un poco erradas. En ocasiones he sido grosera, idiota, indiferente y la verdad he conseguido hacer lo que los otros terminaban haciendo conmigo, alejandome. He alejado a esta persona a la cual quiero tanto, a pesar de no estar con él. Pero tal vez eso sea mejor para mi, la distancia y el tiempo ayuda a sanar las heridas. Para mí, realmente era muy difícil ver cómo él vivía su vida sin nigún contratiempo, o por lo menos eso aparentaba, y yo estaba muriéndome por dentro. Pero bueno, siempre hay una primera vez para todo y ya me tocó a mí aprender a lidiar con esto.










Dedicado a mi cucho
En serio me arrepiento de haber dicho todo lo que dije, no tienes idea cuánto te adoro...
“I said I wouldn’t call but I’m a little drunk and I need you now...”

viernes, 6 de mayo de 2011

REPROGRAMANDOME

Llega un momento en la vida de cada persona, en que mira para atrás y cree que debe reevaluar la manera en que ejecuta cualquier tipo de plan. La manera en que resolvemos determinado tipo de situaciones, nuestras reacciones, metas, sueños, etc. Para mí, ese momento llegó luego de separarme de mi esposo, luego de tres años de un matrimonio que no tenía ni pies ni cabeza. Y fue en ese momento que comencé a tratar mis relaciones de manera muy particular. Dependiendo de la persona, aprendí a programarme de manera en que la relación me afectara sólo de la forma en que yo decidiera que me afecte. Por ejemplo, si conozco a alguien me gusta, pero con el cual no veo ningún tipo de relación estable o seria, puedo programar mi cerebro, mi espíritu y mi corazón, para no apegarme a esa persona. Así mismo cuando una relación termina, me doy algunos días “de luto” dependiendo del grado de apego que tenía con esa persona, y luego vuelvo a programarme para no pensar más en eso.

Obviamente, muchos no estarán de acuerdo con mi manera de ver las cosas. Muchos creen que el amor no se puede controlar y que siempre es bueno luchar hasta el fin, dar todo y no arrepentirse. Pues déjenme decirles, la mayoría de veces nos arrepentimos de hacer las cosas al apuro. Nos arrepentimos de entregar a todo a alguien que no se lo merece. De ahí mi programación neuronal. Analizo muy bien a la persona a la que le abro las puertas de mi corazón y de mi vida. Con todo lo que he vivido, me he ganado el derecho de ser egoísta en cuanto a la gente que comparte conmigo.

Les había contado acerca del pequeño minino que estaba viviendo conmigo y de cómo tenía que dejarlo ir en algún momento. Pues ese momento llegó y con mucho dolor, pero con un poco más de tranquilidad, le dije adiós. Así también en esa relación tuve que reprogramarme. Estoy más tranquila porque ese momento que tanto temía ya llegó y ya pasó también. Ahora toca decirle a mi cerebro que empiece a pensar de manera distinta. Me di mis días de duelo, lloré un poco desconsoladamente, obviamente extraño a mi cucho, pero ya acepté el hecho de que no volverá por aquí. Claro que es difícil dejar de sentir que lo extraño y que quisiera que estuviera aquí, pero en vez de sentirme mal porque ya no regresará, me enfoco en que el tiempo en que estuvo aquí, yo fui muy feliz, que él me hizo muy feliz.

Cuando adopté a mi cucho, ya sabía que iba a ser algo temporal, por lo que me programé a no encariñarme tanto con él. Me hubiera encantado hacerlo, porque sé que soy capaz de muchas cosas buenas y sé que pude haberlo hecho muy feliz. Mi cucho no vio todo de mí, sino sólo ciertas partes. Lo quise mucho y lo mimé de manera muy moderada, porque si comenzaba a darle absolutamente todo lo que podía darle, lo iba a terminar amando, necesitando, y hubiera sido más difícil decirle adiós. Le di exactamente lo que estaba programada para darle, ni más ni menos. Puede ser que sea un poco esquematizada m manera de pensar, pero es la única forma en que puedo controlar, de cierta forma, no hacer las cosas mal.

Si hubiera habido la oportunidad de que me quede con el gato, me hubiera reprogramado instantáneamente para darle más amor, más atención y muchísimos más beneficios. Me hubiera abierto a quererlo y a darle todo lo que merecía. Me hubiera convertido en la mejor dueña que un gato puede pedir. Suena raro, obviamente lo de dueña no me gusta como definición de la relación que tenía con mi cucho, porque era más mi compañero que mi mascota. Fue un gran compañero, de los mejores.

Pero no siempre se puede tener un final feliz. Los gatos tienen una particular manera de comportarse. Aunque se te peguen de vez en cuando, te ronrroneen y busquen que los acaricies, muchas otras veces te miran con cara de que todo lo que haces está mal. Si de alguna manera hubiera sabido que cucho estaba feliz conmigo y que él podía sentir por mí lo mismo que yo podía sentir por él, no hubiera dudado en hacer todo lo posible para quedármelo. Lo único que hubiera querido era una oportunidad real de cuidarlo y de hacerlo mío. Pero como ya estaba destinado a ser temporal no había manera de reprogramarme. Y cucho no pudo conocer de mi, un lado que tal vez hubiera disfrutado más.

Y bueno, toca reprogramarse para aceptar el hecho de que cucho ya no está y aunque se lo extraña de manera incomprensible, no hay que estar tristes por eso. Así es con todo. Prefiero haber tenido poco tiempo con él, que no haberlo tenido nunca. Ahora no está aquí, pero está su recuerdo. Seguirá siendo mi cucho, pero ya no será parte de mi vida…