"Soy América Latina, un pueblo sin piernas pero que camina..."
Calle 13
Por fin el día había llegado. La constru que
representaría mi graduación de techera, que tanto había esperado, estaba aquí.
Cuatro días, dos casas, dos familias. Había estado ansiosa más de dos semanas
por este evento. Primera vez siendo jefa de cuadrilla. Emocionada y asustada al
mismo tiempo. Repasé todos los procesos de construcción, me encomendé a Jebus
(para que no se caiga mi casa) y me fui con todos los ánimos cheerleaderezcos
posibles. Aunque estaba un poco triste por no poder ir a ver a Aerosmith, luego
de haber esperado este concierto durante todo el año, el compromiso que he adquirido
con el techo es uno de los más fuertes de mi vida y no había espacio para
lamentarme. Las familias y los voluntarios me esperaban. Y estaba feliz por
eso.
Y así comenzó todo, un feriado que marcaría el
resto de mi vida, nuevamente. Sé que con todas las construcciones me emociono
de la misma manera, pero esta vez fue más intenso. Más dolor, más trabajo y más
satisfacción al final.
Salimos martes de noche. Yo contaba las horas
en el trabajo. Pero al fin salimos. Con unos cuantos contratiempos, viajando
separados, llegamos 3am a Guamote. Ya todos dormidos, sólo quedaba esperar.
Tratar de dormir una hora hasta empezar la constru. Como si la ansiedad me iba
a dejar dormir.
Pero bueno el día llegó. Se formaron las
cuadrillas y, gracias a Dios, no podía pedir más de la mía. 9 cuadrilleros
completamente dispuestos a ayudar. Lo máximo. Y así comenzó la construcción.
La primera familia estaba conformada de 4
personas. Doña Lucesita y sus 3 hijitos. Madre soltera, había sufrido mucho en
su vida. No tenía casa pero, aún así, reflejaba una sonrisa inmensa de
agradecimiento por lo que estábamos haciendo por ellos. Tuve algunos
contratiempos en esta casa. Las vigas de piso estaban pandeadas y una rota. Los
paneles no cerraban al principio. Pero el error me dio la oportunidad de
aprender. Por suerte tuve la ayuda de camionetas, jefe de escuela e intendencia
(jaja).
Ya había construido, pero la experiencia de ser
jefe de cuadrilla fue mucho más allá. La responsabilidad de la construcción
recaía solo sobre mí, lo cual me tenía un poco nerviosa. Al final todo salió
bien.
Esta vez hubo muchas más personas. Casi 500
voluntarios a nivel nacional se sumaban a este sueño que tenemos muchos de ir
cambiando con granos de arena la realidad de este país. En serio no podía ser
más feliz. Sentí una vez más que no estaba sentada sin hacer nada. Que con mis
manos estaba construyendo un futuro para otras personas.
Tijeral 2da casa |
Mucha gente me critica porque construyo. Porque
“malcrío” y “solapo” la vagancia del pobre. Lo que no entienden es que, no todo
el que es pobre lo es por elección. Hay mucha gente que conozco que se acerca a
los 40, que tienen empleos mediocres, no han hecho nada relevante con sus
vidas. Pero ahí sí creen que es por falta de oportunidades. Claro, si no fuera
así, sería culpa directamente de su falta de capacidad. Pero cuando es con
otros, ahí si son ignorantes, vagos, que quieren que les den todo en bandeja de
plata. Hay gente que ve la astilla en el ojo del otro, pero no ve el tronco que
tienen en el ojo propio.
Yo a mis 25 años, si es que no cuento los 2
maravillosos milagros que tengo en casa, al menos puedo decir que he cambiado
directamente la vida de cuatro familias que no tenían dónde vivir. Que he
aminorado sus preocupaciones y que les he dado, con la ayuda de mis compañeros
techeros, una mejor oportunidad de superarse.
Como vivimos en una burbuja, no nos falta
absolutamente nada, no nos damos cuenta que nosotros mismos, gente de ciudades,
hemos encaminado esta discriminación para que el pobre no tenga las mismas
oportunidades que nosotros. Nosotros tenemos la culpa de habernos deshumanizado
tanto hasta el extremo de no importarnos gastar dinero en alcohol, en una
farra, mientras hay gente en el mundo que literalmente se muere de hambre.
Gastamos dinero en hacer ricas a las grandes multinacionales cuando compramos
una hamburguesa de X marca, cuando hay familias que no tienen dónde vivir, o
que con el poco sueldo que reciben, alquilan un cuarto en condiciones
deplorables. Con lo que cuesta esa hamburguesa, con papas y cola, una familia
entera puede alimentarse un día.
En serio, no me explico cómo hay personas a las
que simplemente no les interesa nada de esto, cuando yo, literalmente, me
desgarro por dentro cada vez que pienso en eso.
Como ven el techo se ha vuelto parte muy importante
de mi vida y doy gracias a Dios porque, así como hay muchos que no se preocupan
por la realidad de su entorno, cada vez hay más que se suman a este sueño de
cambiar poco a poco la situación de nuestro país.
Esta construcción me dejó un sabor medio amargo
en la boca. Por ser jefe de cuadrilla fui responsable de la relación de mi
grupo con la familia y por primera vez me encariñe tanto con Lucesita y sus
hijos, que realmente los extraño. Vi mucho de mí en ella, me relacioné
demasiado con su situación y por lo mismo la vi como mi igual. El abrazo de
despedida no bastó. El adiós de los pequeños sigue en mi mente. Y algo que me
lleno de orgullo inmensamente, es lo que más recuerdo de ellos. Al día
siguiente de terminar la casa de Lucesita, me encontré nuevamente con
Moniquita, su hija mayor, en la escuela y ella me dijo: “Tú fuiste la que
construyó mi casa.” Sin exageraciones, mi corazón saltó de alegría. Yo era la
responsable de la felicidad tan merecida de esta familia a la que el destino le
había quitado tanto. Estos niños, los cuales me recordaban tanto a los míos,
ahora tenían un lugar que podían llamar PROPIO.
Los hijos de Luz con sus primitos... |
Al final, como siempre, no quería regresar. Lo
único que me consuela es saber que nuestro trabajo no termina aquí, no
descansaremos nunca…
VAMOS TECHEROS!!!
Lo que no olvidaré de Guamote:
·
Lucesita
y sus hijos
·
Jaime
siendo jefe de escuela
·
Pepe
muerto en mi cama!
·
El
calambre a las 3am
·
La
cuadrilla 12! Fueron los mejores!!
·
La
cuadrilla 11 y sus ganas de ser siempre como nosotros u_u jajaja
· El
viaje de ida y tener q cambiarnos 2 veces de bus
·
Los
lojanos de la cuadrilla 6 que nos ayudaron on los pilotes
· Juanki
y Pepe ayudándonos a poner viga maestra (sin poder clavar) 7pm a oscuras
·
El
Javy estacionado en nuestra casa
·
Ochoa
ayudándonos a cerrar paneles
·
Franklin,
mi cuadrillero estrella, retándome porq nunca digo por favor
·
Las
llamadas al jefe de escuela porque camioneta NUNCA me contestaba el teléfono
·
El
plato de fideos con chorizo que cayó encima de mis botas (gracias China y
Harper)
·
El
frío que no me dejó dormir varias noches
·
Los
ronquidos en el cuarto de staff que tampoco me dejaron dormir
·
Los
pañitos húmedos que NO me sirvieron (se me acabaron)
·
Los
problemas con los buses al regreso
·
Los
cuyes y el mal de ojo
·
El
suelazo que me pegué en las olimpiadas techeras
·
El
correo de brujas y los mensajitos que hacen que Jaime se cabree jaja
Y bueno otras cosas más luego de la constru q a
uds no les interesa jajaja
Nuevamente extrañe a mis cuencanos :(
"Vamos caminando
Aquí se respira LUCHA
Vamos dibujando el camino..."
"Vamos caminando
Aquí se respira LUCHA
Vamos dibujando el camino..."
No estaba muerto, andaba de parranda!
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