jueves, 7 de abril de 2011

BYE BYE KITTY

Saludos, mis queridos lectores. Creo que éste será un post un poco corto. Les contaré una pequeña historia. Un poco de verdad y un poco de mentira. La vida, para mí, es una eterna metáfora. Hace, más o menos, tres meses adopté un pequeño gatito. No tienen idea lo feliz que estaba. Este gato me ha hecho la vida muy feliz. Muchas veces subestimamos el poder de la buena compañía. Realmente me he encariñado muchísimo con este pequeño animalito. Lo único malo es que no puedo quedármelo por varias razones.

Desde el principio supe, que él no iba a estar conmigo mucho tiempo. Por esta razón traté de no encariñarme con él. Pero ha pasado el tiempo y este animalito ha pasado a ser parte importante de mi vida. Me encanta que esté conmigo, me encanta acariciarlo, me encanta pasar mis dedos entre su pelaje. Adoro que esté siempre rondándome, este minino, parece más un perro guardián. Siempre viendo dónde estoy, averiguando qué estoy haciendo. No tienen idea cómo adoro a ese gato.

En este momento, realmente, no concibo mi vida sin mi precioso gato. Lo adoro y no quisiera tener que dejarlo. Pero, así es la vida, y lo bueno dura poco. He tenido otros animalitos antes, pero ninguno como éste. Hemos creado un lazo verdaderamente increíble. Claro, es lo que creo yo, porque obviamente no puedo saber qué piensa un gato. Muchas veces parece que me entiende y con su manera de comportarse, me hace pensar que él me quiere de igual manera en que yo lo quiero a él. Pero como mi gatito no habla, nunca sabré qué piensa él. Pero yo, en serio sufro al pensar en el momento en que tenga que dejarlo ir. Me preocupa quién vaya a cuidar de él, quién lo va a mimar.

Como dije anteriormente, ya he tenido muchos animalitos, pero, en este momento, éste gatito, es especial. No recuerdo haber pensado eso de algún otro animal. Siempre ha habido algo mal con mis otros animalitos, eran muy mal genio, no eran tan cariñosos, no me prestaban mucha atención, o simplemente, no me gustaban tanto. El único problema ahora, con este gatito, es que no puedo quedármelo. Por mis hijos no puedo. Vivo esperando que por alguna razón, las circunstancias cambien y pueda quedarme con mi gatito, pero dudo que pase. Así que, estoy como cuando sabes que alguien va a morir. Estás preparado para ese adiós, pero sabes que igual te dolerá un mundo. Pero como dije, así es la vida y estos meses con esta compañía han sido espectaculares. Y lo extrañaré mucho. Espero que él también me extrañe a mí. Y encuentre una dueña que lo cuide como yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario