miércoles, 2 de marzo de 2011

PATRONES

“Y me envenenan los besos que voy dando, y sin embargo cuando duermo sin ti, contigo sueño...” J.S.


Mientras más pienso, más me parto el mate, tratando de descifrar tendencias psicológicas que adquirimos a medida que vamos “creciendo”. Estoy conciente de que no soy psicóloga ni mucho menos, pero años de ser asidua visitadora del consultorio del psiquiatra, y de leer un montón de cosas que realmente me han ido formando, me ha dejado de lección que todos, absolutamente todos, tenemos “issues” psicológicos bien definidos que se manifiestan directamente en las relaciones. Obviamente, en esta sociedad de valores trastocados y machismo a flor de piel, todo el mundo niega que es así, ya que esto significaría que hay algo malo con nosotros mismos. Ir al psiquiatra/psicólogo es para la gente loca. Pues bueno, si es así, yo estoy loca, y ¡¿que?!

Sé que es difícil desligarnos de todos nuestros miedos y problemas emocionales. Vemos ejemplos de relaciones fallidas y nos limitamos cada vez más. La mayoría de personas que vienen de un matrimonio con problemas tiene, obviamente, dificultades para comprometerse, por el mismo hecho de no querer acabar de la misma manera que sus padres. Esto los hace más cautos, al extremo en que no pueden realmente dejarse llevar, ni entregarse realmente a una relación. En cambio las personas que han visto un ejemplo de vida “feliz” tienden a dejarse llevar con mucha más facilidad, sin miedos, pero así mismo no diferencian la línea entre entregar todo por amor y dejar que se aprovechen de ti. Así mismo llevamos en carne propia los problemas de relaciones, comunicación y afecto que pudieramos tener con nuestros padres. Personalmente, no creo que haya manera de desligarse de estos “issues”, vivirán con nosotros el resto de nuestros días. Lo que sí creo que se puede hacer es tener paciencia. También es difícil, pero si la persona lo vale, merece el esfuerzo de intentarlo.

Tomaré como ejemplo mi vida. Mis padres nunca han tenido problemas. Son el típico matrimonio “feliz”. Han sabido llevarse bien , hasta ahora. 25 años de matrimonio y no he visto ninguna pelea relevante (causal de divorcio o separación). Pero aquí me encuentro con problemas para diferenciar amor de compañía. Estoy conciente de todos los problemas emocionales que tengo. Como no tuve una buena relación con mi padre, siempre he tratado de buscar afecto en otras personas. He llegado a un punto en que, como ya dije, se me hace difícil distinguir cuando realmente quiero estar con alguien o simplemente no quiero estar sola. Creo que en mis 24 años no he estado sola más de seis meses. Y así parece que buscara el mismo tipo de hombre que concuerda con el tipo de personalidad de mi padre. Alguna vez leí, que las personas “como yo” buscan un arquetipo de hombre similar al de la persona con la que tienen problemas, para tratar de tener una segunda oportunidad de cambiar las cosas, como no pueden hacerlo con la persona que realmente tienen problemas de aceptación. Pues si es así, ya lo acepté hace rato. Ahora sí, confieso que es un poco difícil cambiar esa cualidad tan arraigada que tengo.

He vivido rodeada de personas que no me valoran, que me tratan como les da la gana y etc. y lo peor es que lo he acpetado. Nunca he entendido cómo, con mi carácter, puedo permitir esto. Y es exactamente de lo que hablaba, a veces, no puedo diferenciar la línea que divide el entregarse completamente a una relación, de dejarse ver la “cara de cojuda”. Con el tiempo he tratado de volverme un poco más desconfiada, como he dicho anteriormente, pero ahí también tengo problemas de diferenciación. Hay veces que soy tan mal pensada, que caigo en la neurosis. Me armo novelas en mi cabeza. Sé que está mal, pero no hay cómo evitarlo a veces. Lo único que necesito es paciencia y constante reafirmación de interés. Qué les diré, ya se que estoy medio loca (loca y media), gracias a Dios por eso soy interesante. Pero como siempre escojo hombres que no me dan ni la mitad de lo que yo doy, no hay paciencia ni reafirmación de interés para esta pequeña y pobre niña perdida. Me parto el mate tratando de controlar mis tendencias paranóicas y aún así, nunca se me reconoce el esfuerzo. Obviamente es más fácil reconocer errores que premiar aciertos. Y como dije en mi anterior post, no creo que haya un hombre realmente pueda aguantarme. Tampoco es que me importa mucho, ya que, a mi corta edad, ya acepté mi triste realidad y, de quedar sola para el resto de mis días, tendré a mis queridos gremlins y podré comprarme un consolador si me da la gana. Pero igual sigo intentando a ver que sale.

Obviamente como soy rara y tiendo a elegir tipos raros, no hay como mejorar la situación. Lo peor es que sé que me merezco mucho más y no hago nada para cambiar la situación. Y aquí estoy segura de que MUUUUCH@S se identifican con la situación. Huímos al hecho de estar solos. Esos pocos ratos de “estar bien” tratan de reemplazar la verdadera felicidad que podríamos encontrar en alguien más. Pero así somos. Nunca hacemos lo que debemos hacer, simplemente para “evitar la fatiga” o para no sufrir. Aguantamos y aguantamos. Y con esta situación es en donde más me rompo el mate. Lo bueno, lo que va bien, ÉSO, nos aburre, pero nos encanta el maltrato y las peleas, y por ende las reconciliaciones. ¿Será que todos tenemos esta naturaleza masoquista? Yo sé que está mal, pero así es.

Dicen que cuando pides que se te conceda paciencia, no es que Dios mágicamente te hace paciente, sino que te pone situaciones en las que debes ser paciente para que puedas cultivar ésta cualidad, la cual careces. Pero muchas veces no nos damos cuenta que hay cosas por las que no vale la pena ser pacientes. Si tenemos un novio que es una mierda de persona, no hay como pedir paciencia. Ahí sí trataré de ser lo más clara posible, NI ASÍ DIOS TE CONCEDA UNA TONELADA DE PACIENCIA ESE HPTA NO VA A CAMBIAR NUNCA. Algo que la vida me ha enseñado es que las personas que han sido criadas de cierta manera, NO CAMBIAN. Se puede regenerar una persona borracha, pero por ejemplo, no se puede lidiar con una persona machista. Obviamente, hay casos y casos, siempre hay excepciones, casos milagrosos, aunque muy pocos. Así que por favor no pidas paciencia para esperar tranquila que la gente cambie, pide paciencia para esperar que las cosas salgan bien. Pide paciencia para poder resolver bien los problemas, para reaccionar bien ante ciertas situaciones y pide paciencia para aceptar los giros que tiene la vida para ti.

OJO, con todo esto no me estoy tirando a la seguidora más fiel de Dios, aunque sí creo que todos debemos creer en un poder mayor. He dicho que creo en Dios, pero no en la iglesia, así que tampoco me considero hermanita de ninguna manera. Veo muchas cosas y trato de analizar cada situación. De una manera u otra, cuando conozco a alguien lo analizo psicológicamente (en lo poco que me permiten mis conocimientos sobre el tema) y casi siempre se confirman mis teorías. Descifro muy bien a las personas con un poco de información que me proporcionen y eso me da la ventaja de saber cómo jugar mis cartas. Lastimosamente, no se puede hacer ese chiste conmigo, porque casi nunca revelo muchas cosas de mi vida. Pero bueno, ese no es el punto. A lo que voy es que soy rara y así me encanta ser. Mis dilemas existenciales son míos, por ende no los comunico a menos que esté segura de que son reales y no inventados. Pero ésa soy yo. Las demás personas no tienen que lidiar con las voces en la cabeza e igual sufren del mismo “valiverguismo” de novios/novias/vaciles etc. Nos sentimos desvalorizados. Y es así como es que es fácil. La solución es fácil, la ejecución de la solución es lo difícil. Pero toca armarse de valor y hacer de tripas corazón. Si hay algo que te molesta y no hay manera de cambiarlo NEXT! El próximo que venga, asegúrate de que no se parece en nada al anterior y trata de romper el prototipo. Si te gustan músicos, consíguete un contador, etc. Busquemos fuera del tipo que está siempre al cruzar la esquina. Sino, pues bueno, es bueno estar solos de vez en cuando.



¿Para qué vivir peleando, Si podemos vivir amando...? (a quién sea)

1 comentario:

  1. Me identifico contigo en muchas cosas de lo que escribes en tu articulo. Me gustaria poder charlar contigo un rato para conocerte mas y saber mas de ti, porque me pareces una persona interesante, ya que tenemos muchas similitudes, como te dije me identifico contigo, en cuanto a niveles de locura. Ojala se de la oportunidad.

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