lunes, 10 de enero de 2011

Entregarse...



Escribir este post, creo que será lo más difícil que he hecho hasta ahora dado a mis múltiples problemas sentimentales y mi miedo al compromiso. De eso mismo se trata esta entrada. Commitment Issues.  Debido a un sinnúmero de convencionalismos sociales, al parecer, muchos tenemos estos miedos al compromiso. No sólo hombres, sino también mujeres sorteamos la suerte, la ruleta rusa de las relaciones, como algo casi que a “suerte o tripa”. Tanteamos terreno durante algún tiempo antes de entregarnos realmente a una relación nueva. No todos tienen la suerte de encontrar al amor de su vida en el primer intento. Y sé, por experiencia propia, bueno de alguien en mi entorno, que sí puede pasar. Mis padres llevan casados 25 años, siendo mi papá el primer y único hombre en la vida de mi madre.
Bueno, como decía anteriormente, no todos tenemos esa suerte de telenovela venezolana de encontrar el amor verdadero en el primer intento. Lo que nos hace un poco reacios e incrédulos de si, en algún momento, lo encontraremos. Vamos poniendo barreras emocionales que nos permiten estar “protegidos” de cualquier desgaste sentimental o cualquier herida “al corazón”. Si se preguntan por qué pongo el corazón entre comillas, les diré que realmente no creo en esa representación poética de los sentimientos. Una vez alguien me dijo: “tu amas con la cabeza, el corazón es sólo un músculo. Si perdieras la memoria en un accidente, te olvidarías de cualquier sentimiento que tuvieras hacia cualquier persona. Y la memoria está en el cerebro”. No sé ustedes, pero yo coincido totalmente con esta afirmación. Continuando con lo que me compete. Decía que, ponemos muros y comenzamos a dar demostraciones de afecto con gotero, como me dijo en algún momento este personaje al que denomino, con mucho cariño, mi Cuchito. Las relaciones pasadas nos hacen mirar con desconfianza cualquier intento de acercamiento de nuevos amores. Las nuevas oportunidades ya no nos emocionan como antes, a menos de que nos den prueba fiel de ser algo seguro.
Hasta ahora eso me había resultado. Aunque, de una u otra forma, la relación no llegara a funcionar, realmente sentimentalmente no salía herida. No derramaba ni una lágrima porque realmente no me nacía hacerlo. Veía las cosas como son, una relación de uno o dos meses, no daba pie a un real intercambio de sentimientos. Una cosa es llegar a apreciar a alguien y otra muy diferente es llegar a quererla. Tan fácil era. Ahora hay otros problemas existenciales en mi mente de los cuales me preocupo. Love switch apagado relativamente hasta ahora. Es difícil, después de casi un mes, de compartir una relación que va “viento en popa” evitar sentir ciertas cosas que empiezan a aparecer. Necesidad de ver a ésta otra persona, de pasar más tiempo juntos, hablar cada vez más, y por último de demostrar todos estos sentimientos. No lo niego, muero de miedo, no sólo por todo lo que me ha pasado en anteriores ocasiones, sino por todo lo que ha pasado hasta ahora. La barrera está puesta de los dos lados, lo que me preocupa es en qué momento bajarla y si la otra persona lo hará también.
No puedo evitar ponerme cursi después de compartir realmente con alguien por algún tiempo. Entiendo que, a pesar de todo, relativamente es poco tiempo, pero lamentablemente es difícil dejar la barrera puesta luego de compartir cierto tipo de situaciones con alguien. Mientras más compartes, más crece un sentimiento, sea el que sea, cariño, amor, etc. Creo que mis sentimientos se están contradiciendo un poco hasta ahora. O tal vez toda la sociedad se pone en contra de que nos entreguemos completamente a algo. El machismo hace que nos enfrentemos a personas que tal vez nunca den lo que nosotras les damos.
Buscando entre mis capítulos de glee (lo acepto soy una gleek), encontré una canción que me pareció lo más parecido a la locura de enamorarse. Marry you de Bruno Mars, cantautor, hawaiano, me inspiró completamente a decir todo lo que tenía que decir. Mientras estaba escribiendo este post sufrí un poco de bloqueos y esta canción me ayudó a terminar la redacción. Habla de este frenesí, por así decirlo, la adrenalina que te produce “estar enamorado”. Ese bichito que nos hace hacer cosas sin razón aparente, más que estar con ésa persona. Y me di cuenta en eso momento exactamente lo que quería decir. Ése “rush” que sientes al estar con ésta persona es lo que nos llena. Si no existiera ese elemento, ¿para qué esforzarnos? Me pondré cursi, lo siento. Pero ese nudo en la garganta que se me hace, cuando pienso en ésa persona, es lo que me indica que todo está bien. Si no fuera así, significaría que ésta persona no me interesa realmente. ¿Para qué esforzarse en una relación dónde no quieres que florezcan sentimientos de ninguna clase?. ¿Por qué limitarse a una zona de seguridad? Si lo que podemos encontrar fuera de ésta puede ser lo mejor que nos pase en la vida.
Y ahí comienzo mi punto real. Vivimos poniendo barreras para no ser heridos y nos perdemos de muchas cosas buenas. Por ejemplo, si alguien analizara cada cosa que digo, por más apresurada que fuera, lo único que va a hacer es que yo no lo vuelva a hacer. Me limitaría a dar exactamente en la proporción que me dan las demostraciones de afecto. Lo siento mucho, puede ser que sea muy tonta, o simplemente, más expresiva que el resto, pero por lo menos no me privo de sentir. Llega un momento en que mi love switch automáticamente se enciende porque hemos pasado un “período de prueba”. No sé si soy tan confiada, pero, ¿por qué privarme de disfrutar el momento al máximo? Si estoy preocupada de si es que voy a salir herida, no lo voy a disfrutar realmente. Ya llega un momento en que debemos confiar en nuestros instintos y seguir adelante. Jugar el todo por el todo. Sino ¿para qué tomarse la molestia?
Obviamente no estoy diciendo que salgan y hagan locuras de las que pueden arrepentirse luego, como casarse. Pero por qué analizar hasta el cansancio motivos, frases, te quieros, etc. Hasta que terminen de pensarlo se habrá pasado el momento perfecto para decirlo, hacerlo, demostrarlo. Hay pocas oportunidades que se nos presentan para hacer cosas que realmente disfrutemos y que nos marquen de alguna manera, no hay cómo desaprovechar esos pocos momentos. Puede que salga bien todo, como puede ser que salga mal, pero por lo menos lo intentamos. No habrá cabida para ese “hubiera querido hacer esto”. La vida es una sola, y limitarnos nos da pie a arrepentimientos. Yo soy así, tan fácil como que si me nace decir algo, es porque realmente lo siento. No tengo motivos escondidos. No ando cazando hombres. Si me quieren porque soy así, como soy, bien, sino también. No pido nada a cambio, sólo que no se me juzgue, ni se me limite.
Tal vez eso es lo que nos falta, a veces, ese “aventarse sin pensarlo”.

"So whatcha wanna do?
Let’s just run girl.
If we wake up and you wanna break up that’s cool.
No, I won’t blame you;
It was fun girl."
<3

No hay comentarios:

Publicar un comentario