miércoles, 12 de enero de 2011

BREAKING UP THE NEWS...

Guayaquil, 12 de octubre, 1999




Querido Bernardo;


Luego de estos tres largos años juntos, sé que es un poco cobarde de mi parte, contarte lo que siento de esta manera. Hemos pasado muchas cosas juntos y te puedo asegurar que me has hecho muy feliz. Pero aún dentro de nuestra felicidad, siempre había algo que me faltaba. No supe qué era hasta ahora. Siempre fuiste el único para mí; ante mis ojos no había hombre más guapo que tú; fuiste el mejor amante de mi vida; pero siempre, a pesar de nuestra aparente estabilidad, sentí estar en segundo lugar. Cada vez que te veía, mi corazón comenzaba a latir más rápido. Cuando estábamos juntos parecía que el mundo alrededor se detenía. Era exactamente eso lo que buscaba de ti. Ser la única ante tus ojos, la dueña de tu corazón. Nunca te pedí viajes ni joyas, ni regalos caros, lo único que me importaba era que me hagas sentir que no había nada más importante para ti, que yo. Que yo estaba antes del trabajo, de los amigos, de los juegos y las salidas. He esperado tres años ese indicio tuyo de que sientes por mi lo mismo que yo por ti, y nunca llegó. Siempre me sentí un accesorio. Es por todo esto que prefiero que cancelemos nuestro matrimonio. Hubieras sido el hombre perfecto para mí. Incluso con tus manías y defectos, te amaba como no había amado antes. Eres todo lo que buscaba en un hombres. Parecías estar hecho a mi medida. Pero, mi amor hacia mi misma, no me deja estar tranquila, sabiendo que yo no soy prioridad en tu vida, que siempre va a haber algo más importante. Si me equivoco, pues dejame decirte que tuviste muchas oportunidades de demostrarlo. Tal vez tu error fue suponer que yo ya lo sabía. Nunca está demás reafirmar lo que sientes por alguien. Lo único seguro en esta vida es la muerte.
Espero que entiendas que yo no quise que esto pasara, pero tampoco hubiera aguantado una vida llena de frustración a tu lado, compitiendo siempre por tu afecto y atención. Quiero que sepas que hubiera pasado contigo el resto de mi vida, lástima no saber si tú sentías lo mismo. Sé que, tal vez, esto puede ser doloroso para ti y lo siento mucho, pero hay más. Preferible que lo sepas por mi, que por otra boca. ¿Recuerdas a mi amiga Laura? Ella se volvió mi confidente y consejera durante este tiempo tan difícil. Siempre me aconsejo seguir luchando por nuestra relación hasta el final. Y estuvo ahí consolándome, luego de cada pelea y cada desplante tuyo. Me brindó cariño, me escuchó. De a poco se convirtió en mi alma gemela. Fue llenando ese vacío de caricias, de besos, y me mostró nuevamente lo que era amar. Me mudo con ella. Cuando regreses de tu salida con tus amigos, ya no me encontrarás. Se ha dicho que en toda relación, hay uno que ama más, hubiera querido no ser yo...


Sinceramente

Amanda 

No hay comentarios:

Publicar un comentario