lunes, 22 de noviembre de 2010

MALA...

Todos tenemos un amor (o amores) que nos ha dejado marcados de una u otra forma. Hoy, leyendo un blog, recordé a cada uno de mis ex novios, vaciles, etc., y me di cuenta de una cosa. Después de todo lo que he pasado, porque, aun siendo tan joven he pasado por mucho, le debo gran parte de mi felicidad a un sólo amor, un solo hombre. Este post se refiere, obviamente a personas que no tienen ningún tipo de relación consanguínea conmigo, antes de que piensen que soy una mala persona por no deberle mi felicidad a mi familia.
En este momento de mi vida he logrado un balance emocional casi perfecto aunque, sé que todavía me falta bastante por crecer en ese aspecto. Hubo alguien que me devolvió mi vida. Éste, es un hombre más que inteligente, al único que he considerado realmente un desafío y motivación para crecer como madre, como mujer, como ser humano en general. Éste hombre, que me devolvió completamente mi autoestima, se volvió el único amor de mi vida. Con su pensamiento izquierdista, socialista, bohemio, revolucionario, removió en mi, sentimientos e ideas que tenía sepultadas, reprimidas muy dentro. Cosas que pensé en la adolescencia y que, según los prejuicios sociales, debía enterrar para poder madurar. Este ser completamente fiel a sus creencias, me enseñó muchas cosas. Me enseñó desde política, hasta lo que realmente significan las palabras libertad, amor y comprensión. Puede sonar muy cursi, lo que es un poco raro en mí, pero esta persona verdaderamente significó mucho.
Lo que más admiro de él, es el compromiso que tiene con la vida. Cómo puede despreciar completamente elementos que, para muchos se han vuelto necesarios, y para él simplemente son irrelevantes y superfluos. Vive una vida simple, haciendo lo que le gusta, sin aparentar por nadie y fiel a su pensamiento, para muchos “terrorista”. Lamentablemente lo nuestro nunca pudo llegar al grado de ser una relación por muchos elementos externos pero, nunca reproché o lamenté nada de lo que pasó entre nosotros. Le agradezco mucho. Él me dio valor para afrontar muchos problemas que tenía en ese entonces. Él me devolvió la ilusión de amar y de confiar en alguien. Me apoyó en cada uno de mis pasos y se preocupó siempre de que estuviera bien. Me brindó alegrías gigantes con las cosas más simples. Y a diario supo cómo sacarme una sonrisa, sin importar lo mal que me sentía en mi casa. Frases como: “¿si me fuera a la selva como guerrillero irías conmigo?”, me iluminaron y me dieron valor para deshacerme de todo lo malo que estaba destruyendo mi vida poco a poco.
Él fue la mayor influencia para que yo sea como soy ahora. Una mujer independiente, fuerte, segura de sí misma, consciente de sus defectos, y más que nada de sus virtudes. Muchos pueden confundir mi confianza con arrogancia; o tal vez mi independencia con la idea de que no necesito de un hombre. Varios me han dicho que soy MALA. No creo que ninguno de mis actos sean impulsados por maldad. Este gran amor de mi vida, me enseñó lo valiosa que soy y que me merezco más de lo que muchos me ofrecen. A veces he tratado de conocer a alguien pero, al ver que muchos tienen intenciones románticas conmigo, simplemente me alejo. Es lo contrario de ser mala. No me gusta herir a nadie, por eso cuando veo que, de una u otra forma, la relación con alguien puede tornarse, de alguna manera, incomoda, solo desaparezco.
No creo ser mala porque no quiero nada con nadie. Lo he mencionado en varios posts anteriores. No es que no quiera volver a enamorarme, el problema es que no encuentro a nadie que valga la pena el esfuerzo. Por lo menos, nadie que me corresponda. Y mientras voy conociendo a nuevas personas, personas viejas en mi vida, personas que conozco de años, o personas con las que nunca me imaginé hablando, sencillamente no me entrego por completo. No es por creerme la gran cosa pero, sé que soy capaz de ser muy querible y tengo cualidades muy específicas a las que los hombres se sienten atraídos pero, mi carácter es así naturalmente. El hecho de que me porte bien con todo el mundo no quiere decir que quiera algún tipo de relación amorosa con cualquiera que hablo de vez en cuando. Soy muy abierta para hablar de mi vida y de muchos temas más, y esto no significa que confíe en alguien como para tener algo. Soy muy sociable y muchos confunden eso como un interés de más allá de amistad.
Esa persona que me regaló tanto, a la cual adoro más de lo que adoré a cualquier otro, me educó, de cierta forma, dándome a conocer las miles de virtudes que tenía en mí y a la vez, me señaló defectos y me abrió los ojos a la solución para ellos. A él le agradezco infinitamente mi libertad, no solo física, sino emocional también. Y, bueno, si muchos piensan que es malo pensar en mí y en mi bienestar, pues le agradezco también por haberme hecho MALA.


Para el GRAN AMOR DE MI VIDA: “Desnudémonos pues como viejos amantes, que lo mismo de siempre nos queda adelante…” Silvio Rodríguez, Aunque no esté de moda… Con esto ya sabes quién eres…

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