viernes, 12 de noviembre de 2010

Quiero enamorarme...

"Now I´m speechless, over the edge, I´m just breathless, I never thought that I´d catch this lovebug again..."

Si la vida fuera tan fácil y tan linda como se describe en las canciones pop, tal vez muchos no tendríamos tanto miedo a enamorarnos. Confieso que me he "enamorado" varias veces en mi vida. Mi madre, cada vez que digo que estoy enamorada, ya simplemente me deja hablar. Como me conoce, sabe que será solo una ilusión pasajera.
Estoy en una etapa de mi vida en que me he consagrado como una mujer guapa, inteligente, independiente y una excelente madre en potencia (me falta mucho por aprender todavía); lo que me ha hecho pensar muy bien acerca de la inclusión de una pareja a mi "rutina". No puedo negar que todos merecemos un poco de amor pero, lamentablemente, las circunstancias y situaciones, buenas o malas, acontecidas a lo largo de mi vida, me han dejado un poco de trust issues.
Obviamente por muchos conceptos, en mi opinión, errados de esta sociedad machista, se nos ha enseñado siempre que una mujer no puede dar una imagen de tener muchos amigos o muchos pretendientes, porque está mal visto. Este mismo concepto nos ha llevado a conocer poco y a enamorarnoss de personas erróneas. Creo que el problema radica en la fusión de culturas, de generaciones, de costumbres. No queremos que nos digan que somos unas cualquieras por tener muchos "seguidores", por eso nos "amarramos" con la persona a la que queremos conocer más. Luego de un tiempo nos damos cuenta que esa persona no comparte las mismas creencias, costumbres, intereses, que nosotros y pasamos al siguiente. Claramente todo esto genera un desgaste emocional bárvaro. Lo que nos lleva a decirnos a nosotros mismos que el amor duele.
El amor duele... ¡Claro que duele! Todo lo que nos da recompensas en esta vida, duele: tener un hijo, construir una familia, tener estabilidad laborar/económica, culminar estudios. El hecho de que nos haya costado tanto es lo que nos da la mayor satisfacción al final. El cultivar el amor de manera correcta cuesta. Cuesta sacrificio, lágrimas. Nunca me gustó la poesía, ni las canciones extremadamente románticas, porque hablan de un amor iluso, con flores, besos, sonrisas, y, aunque todos estos elementos son parte de una relación, no describen completamente los que es enamorarse. El amor es dolor, no sólo mental, sino también físico. Es esa ansiedad, dolor en el pecho, como que te hace falta aire; ese nudo en la garganta, que sientes cuando te descepcionan. El mismo nudo que sientes cuando crees que el corazón te late a más de mil por segundo. Ese sentimiento agri dulce que es enamorarte realmente te hace sentir vivo. Y aunque suena tan bien ese dulce sufrimiento, todavía no me atrevo a buscar a alguien que me lo cause.
No he perdido la fe en el amor, a pesar de todo lo que me ha pasado, pero, quiero asegurarme de que esa persona se merezca mi esfuerzo y sufrimiento. Gracias a Dios, he desarrollado un pequeño interruptor en mi interior, que me permite ilusionarme o no con alguien. Las veces que lo he hecho, innegablemente he sufrido, pero también he sido muy feliz. Por eso es que no pierdo la esperanza de que haya una persona perfecta para mi. Hasta que la encuentre simplemente mi interruptor esta en off. Estoy segura de que cuando lo encuentre el interruptor se activará automáticamente.
Quiero enamorarme. Solo que quiero estar segura de que es lo correcto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario