miércoles, 15 de diciembre de 2010

Lola Soledad...


Normalmente mi selección musical depende mucho de mi estado de ánimo o de, si hay algún evento cerca a la fecha en la que me encuentro. Hace algunos meses bajé la discografía completa de Alejandro Sanz, para su concierto aquí en Guayaquil. Toda la vida he amado las canciones de Ale Sanz y ahora por fin vendría a Guayaquil (siempre viene a UIO). Y entre las canciones del nuevo disco encontré una que realmente, en ese momento, no me llamó mucho la atención. Ayer iba caminando con los audífonos puestos, luego del trabajo, y la volví a escuchar. En ese momento fui un mar de lágrimas. Cada parte de esta canción me pegó como una puñalada maldita. Cada palabra, cada verso. Si no lloré ahí mismo fue porque estaba en la calle y a tanta bipolaridad no llego. La canción se llama Lola Soledad.

“Tuvo mil historias y olvidó olvidarles. Malgastó caricias en los despertares…” Pienso, con cada verso, en todo lo que he vivido. Tengo 24 años y he sufrido más que un mártir. Veo para atrás y no puedo dejar de arrepentirme de tantas cosas que he hecho. Y de lo que más me arrepiento es de que las hice, siempre pensando en que las otras personas tenían el mismo corazón que yo. A pesar de todo, en mi naturaleza nunca ha existido malicia. Y nunca dudé en la naturaleza bondadosa de las personas. Las cosas que me pasaron, fueron por nadie más que por mí y mi idea de que siempre se puede ser feliz. Creía que los sueños todos se podían cumplir, siempre y cuando trabajaras duro por conseguirlos. Y más que nada, creía que, en algún lado existía ese hombre, que sería mi amor verdadero. Ese famoso príncipe azul.
He tenido tantos novios y hasta ahora ninguno me ha sabido satisfacer, en ninguno de los aspectos de mi vida. Hasta he llegado a acoplarme a ellos para ver si así llegaba a ser feliz. He perdido completamente mi identidad con el tiempo a ver si así era más agradable para ellos. Y no he conseguido nada más que seguir siendo miserable. Con el paso del tiempo no puedo dejar de lamentar todo lo que me desgasté con personas que no sirvieron para nada. No sólo físicamente, sino mental y emocionalmente también. Cada detalle, cada beso, cada suspiro, cada pensamiento dedicado a uno de ellos fue un desgaste completamente inútil, sin ningún resultado. Se han llevado de mí lo mejor, pero no han entregado ni la mitad de lo que yo he dado.

Y lo peor de todo es que toda esta situación, llega a los ojos de la gente malintencionada y piensan que soy una loca. No soy una loca. No es que me encanta la verga y por eso he tenido muchos novios, como dicen algunos. No saben el verdadero trasfondo en esta historia, no tienen idea de lo que pasa por mi cabeza. No saben la decepción y la tristeza profunda que hay en mi interior cuando descubro que, no todo el mundo busca lo mismo que yo. Y eso es amor. Nada más que eso. De manera extraña busco la aprobación y el amor de mi padre. Por haber vivido siempre con un hombre que no demostraba su afecto, el único amor de mi vida, lo único que busco es el cariño que no recibí de él. Busco un hombre que me ayude a crecer, que me cuide y que me apapache. Que me aprecie con mis valores, mis defectos y mis virtudes. Mis risas, mis llantos, mis detalles, mis depresiones, mis impulsos y mis momentos de euforia. Sé que está mal y que es un problema realmente, pero ése es el origen de todos mis problemas amorosos y de relaciones.

“Lola se ha sentido sola entre un millón. Y murmura una canción…” He tratado de terminar mi soledad en relaciones vacías. Llenar el vacío con entes sin valores reales. Simplemente para sentirme acompañada. Para olvidar mi amargura. Y hubo veces que, aún estando con alguien, me sentí sola. Los recuerdos de todas éstas relaciones me duelen más que nada de lo malo que he hecho. Porque me entregué realmente, pensando en un futuro y no solo en un momento de placer. Siempre he buscado una relación que no me haga buscar más. Tal vez, mi problema siempre fue que traté de conseguirla haciendo todo lo que la otra persona quería, para agradarle, en vez de ser fiel a mis principios y poner en alto mi valor como mujer. Si leyera lo que escribía cuando estaba en el colegio, me extrañaría muchísimo, al ver que hoy soy una persona completamente diferente. Desconfiada, sarcástica y hasta cínica. Y, aunque me duele ser así, es mi única forma de protegerme.

Odio recordar todo lo que me ha pasado. Si contara cómo sucedió todo la opinión de muchos sería: “eso te pasa por boba”. Y de hecho, es así. Porque, en la burbuja dónde fui criada, no existía la maldad, y pensé que aplicaba también al resto del mundo. No me arrepiento de todo, porque de todas maneras, siempre ha habido una lección que aprender. Todo me sirvió para ser lo que soy ahora. Aunque sé que todavía me falta bastante para poder volver a entregarme por completo, lo que cuenta es que tengo la intensión de encontrar, un día, ese alguien que me complemente realmente. Ese día me sentiré identificada con el final de la canción también. Esperaré con ansias a que ese día llegue. Sé que no soy muy modesta a veces, tampoco me gusta jactarme de mis virtudes, pero sé que la persona que esté conmigo tendrá un regalo muy grande. Porque, enamorada, soy la mujer más entregada que existe.

Muchos me dicen que debería conformarme con el amor de mis hijos. Pero ahora, pienso que ellos algún día se irán y volveré a quedarme sola. Mis hijos me alegran más que nada en este mundo, pero soy un ser humano y necesito que me quieran de una manera en que mis hijos no pueden. Necesito que me cuiden y se preocupen por mi, de la misma manera en que yo me preocupopor mis hijos. Y llegará un momento en que necesite, más que un compañero, un amigo, que comparta conmigo tantas cosas buenas que tiene la vida. Sé que soy jóven aún, pero el tiempo pasa y seguiré estando sola. En todo caso esperaré al que me cante: “Lola, Tú ya no estás sola, aquí estoy yo. Hazme un sitio en tu canción. Deja tu tristeza y vámonos, juntos los dos. Tengo un lugar mejor. Que nadie te castigue en un rincón, las tragedias deja que se vayan. Vales más. Ya no serás, Lola soledad…”

2 comentarios:

  1. Me gusta la franqueza de tus palabras.
    Recuerda que la unica manera de amar a alguien es empezando con uno.

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  2. JAJAJAJAJA me has hecho reir como no tienes idea... ya esperaba ese comentario tuyo... :D y bueno ya me conoces, tal vez ese sea mi problema, que casi nunca pienso en mí antes que en los demás... ;D

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